Thursday, September 22, 2011

DIGO

Digo que fue una noche de verano,
Digo que hubo peces y panes,
Digo que no tuvimos el corazón de secano,
Digo que hubo una Eva para tan pocos Adanes.

Digo que le escuchamos hasta callado,
Digo que le despedimos con un hasta siempre,
Digo que el calor pareció más mitigado,
Digo que cruzamos el charco con la mente.

Digo que pasaban rápido las nubes,
Digo que volvimos a casa haciendo uves,
Digo que hubo por duplicado una cuidad.

Digo que te pillaron desprevenida,
Digo que en estos ratos se pasa la vida,
Digo que dicen que hubo incluso jazz.


Cuando te fuiste no lo hiciste de un día para otro, no, te fuiste poco a poco. Como sabias lo que me gustaban las colecciones por fascículos, te fuiste por entregas. Su recuerdo en cincuenta y seis tomos. Lo fácil hubiese sido que todo tú te fuese con tu maleta y te marchases, pero tú eres único. Una ruptura única para una colección excepcional. Y ahí estaba yo en el kiosco con mis tres con setenta y cinco. Con la primera entrega el portazo gratis. Próximo domingo, la segunda y la tercera entrega de la colección.
Cada tomo era una joya única de coleccionista; “Ahí te quedas tú y tus neuras”, “A ti no hay quien te entienda” y el inevitable “La culpa de todo la tienes tú”, luego vendrían títulos como; “Te enteras que ya sale con otra”, “Fue él quien dijo que no quería compromisos” o “Tu ex, ese gran desconocido”. Y yo mientras tanto invirtiendo en el olvido – resto de entregas a cinco con noventa y cinco - pues aun y cuando te fuiste, te quedaste; tu olor en las sábanas, tu cepillo de dientes, – Una pieza exclusiva que no encontrará en ninguna tienda - tu manía por pegar la cortina de la ducha a la pared... Exprese su gusto por el arte de una forma diferente e innovadora. Dos semanas arrastrando ojeras y lagrimones. Único para lucir en ocasiones muy especiales. Más de dos meses soñando que volvías. Una colección inédita. Seis quilos de peso, miles de lágrimas, dos amigos, un plan de futuro, un proyecto conjunto, treinta paquetes de kleenex. A un precio absolutamente irresistible.Construyendo y deconstruyendo semana a semana, pieza a pieza. Pegando trozos de mi corazón, cosiendo jirones de mi cuerpo. Cincuenta y seis semanas después, colección completada, ya tengo en casa es magnífica ruptura realizada y avalada por la más prestigiosa fábrica del desamor y el desconsuelo. Lo bueno es que por fin he completado una colección, lo malo es que volverá a estar a la venta el próximo septiembre en todos los kioscos y librerías.